Hay mujeres a las que la simpatía y la picardía se les desborda en la mirada y en la sonrisa. Yo soy una de esas mujeres. Soy colombiana, latina a más no poder, pasional y cercana, sensual y cariñosa, y me llamo Laila. Quienes me conocen saben hasta qué punto me gusta gozar la vida y hasta qué punto esa pasión se contagia. A mi lado no existe el aburrimiento, sólo la risa, el disfrute, la diversión... y el placer. Quizás por eso quienes me tratan siempre buscan la forma de volver junto a mí.