Barcelona es una ciudad densamente poblada, en especial en determinados barrios. También es una ciudad con mucho tráfico y, por tanto, con bastante ruido de fondo. Como toda urbe activa y comercial, Barcelona puede generar estrés a los que viven en ella y a los que la visitan. Por eso es importante encontrar rincones en la ciudad en los que poder relajarse y evadirse. En este post vamos a recomendar algunos de esos lugares para relajarse en Barcelona. Te bastará dejarte caer por alguno de ellos para recuperar la calma y disfrutar de un tiempo de paz y sosiego.
Playa de la Barceloneta
La Barceloneta es el barrio marinero por excelencia de Barcelona. O lo fue en su tiempo, cuando la pesca todavía formaba parte del día a día de la ciuad. Construido sobre una lengua de tierra de forma triangular que se adentra en las aguas del Mediterráno, este barrio fue construido en el siglo XVIII para dar cabida en él a los barceloneses que, en el barrio de la Ribera, habían perdido sus casas al construirse la Ciutadella.
Este barrio barcelonés para relajarse es un barrio de calles estrechas y rectilíneas y está flanqueado a un lado por los barcos que están atracados en el Puerto y por las playas. La playa de la Barceloneta, en otro tiempo plagada de chiringuitos, es hoy un excelente lugar para relajarse contemplando el mar o paseando por ella tras haber comido o tapeado en algunos de los múltiples restaurantes y bares de tapas presentes en el barrio.
Jardín Botánico
El Jardín botánico, situado en el Parque de Montjuïc, es otro de los lugares ideales para desconectar en BCN. En él están presentes un buen número de las especies vegetales propias del clima mediterráneo. Visitar este lugar para olvidar el estrés en Barcelona es visitar un paisaje en pleno cambio. La dirección del Jardín Botánico de Barcelona intenta, cada año, reproducir en su vivero nuevas especies para incorporarlas a la riqueza vegetal del Jardín. En ocasiones, dichas especies se adaptan perfectamente y sobreviven. En otras, no. Pero este trabajo disciplinado ha servido para demostrar que los paisajes de la cuenca mediterránea pueden llegar a ser muy similares a algunos paisajes sudafricanos, chilenos, australianos o californianos.
En este fantástico jardín, que tiene una superficie de 14 hectáreas, están representadas alrededor de 1.350 especies vegetales. El objetivo, sin embargo, es llegar a representar 4.000 especies de todo el mundo. Todas las especies que forman parte del jardín se agrupan según su procedencia. Intentar recrear artificialmente los diferentes ecosistemas naturales es una de las grandes tareas que desempeña el equipo de este fantástico lugar para pasear en Barcelona.
Parque Güell
Quien desee relajarse contemplando un fantástico atardecer en Barcelona puede hacerlo en uno de los rincones más emblemáticos y fotografiados de la Ciudad Condal: el Parque Güell.
El autor de este parque, el famoso y genial arquitecto Antoni Gaudí, lo planeó inicialmente como una ciudad-jardín al más puro estilo inglés. Convertido finalmente en el parque público más famoso de Barcelona y más visitado por los turistas, el Park Güell es un ejemplo magnífico para comprobar cómo Gaudí intentaba aunar naturaleza y arquitectura en muchas de sus obras.
De las cuarenta casas unifamiliares que se iban a construir en las 15 hectárias de la propiedad, perteneciente al millonario mecenas Eusebi Güell, solo se construyeron dos. Una de ellas, en la que llegó a vivir el arquitecto, es hoy la Casa-Museo Gaudí. El parque incluye viaductos, porches, caminos, etc. todos ellos diseñados por el arquitecto catalán, que trabajó en él entre 1900 y 1914.
De entre todos los rincones de este fantástico lugar para relajarse en Barcelona podemos destacar su escalinata con su famoso y colorido dragón de cerámica, el banco ondulado y cerámico de la gran plaza y la sala hipóstila formada por 86 columnas que soportan el peso de la citada plaza.
El Parque Güell fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.
Parque de la Ciudadela
El Parque de la Ciudadela (Parc de la Ciutadella) es uno de los pulmones de Barcelona. Recibe su nombre porque ocupa el lugar que ocupaba la ciudadela militar que Felipe V ordenó construir en Barcelona tras la Guerra de Sucesión. Para construir dicha fortaleza militar fue necesario derribar todas las casas que ocupaban aquel espacio del barrio de la Ribera. Las 4.500 personas que fueron desalojadas fueron trasladadas, tal y como hemos indicado anteriormente, a un barrio de nueva construcción: la Barceloneta.
Tras la Revolución de 1868, la ciudadela fue demolida. De ella, en la actualidad, solo se conservan el Palacio del Gobernador, la capilla y el arsenal. En el edificio que hacía las funciones de arsenal es donde en la actualidad se encuentra la sede del Parlament de Catalunya.
En 1888, y con motivo de la Exposición Universal, se construyó el parque. En él destacan dos construcciones muy llamativas: su bella y monumental cascada y el llamado Castillo de los Tres Dragones, que funciona actualmente como Museo de Zoología. Sus extensas áreas ajardinadas, sus arboledas, su lago, su invernadero y el hecho de albergar el Zoo de Barcelona convierten al Parque de la Ciudadela en un rincón ideal para desconectar en la Ciudad Condal.
Parque del Laberinto de Horta
El Parque del Laberinto, ubicado en la zona norte de la ciudad, en el distrito de Horta-Guinardó, es el parque más antiguo de la ciudad. Diseñado en el año 1792 por un ingeniero italiano, ocupa los terrenos que fueron en su tiempo propiedad del marqués de Llupià y de Alfarràs, Joan Desvalls.
En la actualidad, este romántico jardín para relajarse en Barcelona ocupa 55 hectáreas. Éstas se encuentran parcialmente ajardinadas siguiendo las directrices estilísticas de los jardines neoclásicos de la época. En el jardín encontramos placitas, parterres, grandes árboles y una cascada.
El parque cuenta también con una zona marcadamente boscosa. Esta zona da al Parque del Laberinto un aire marcadamente romántico y lleno de rincones en los que olvidarse de todo. Algunos de esos rincones están decorados con esculturas de carácter mitológico. En el parque podemos encontrar también la llamada "Torre Soberana". Este edificio no es otra cosa que una vieja masía del siglo XIV que, en el siglo XIX, fue redecorada en estilo arabesco.
Este parque para desestresarse en Barcelona recibe su nombre del laberinto vegetal que, elaborado con cipreses, sirve de área de entretenimiento y juego.
Parque de Cervantes
Justo al lado de la entrada de Barcelona por la Avenida Diagonal se encuentra uno de los parques menos conocidos y más atractivos de Barcelona: el Parque Cervantes o, popularmente, el Parque de la Rosaleda.
A este espacio verde para relajarse en BCN se le llama popularmente así porque en él se exponen alrededor de 250 variedades de rosas. En este parque barcelonés hay rosas y rosales de todo tipo, tamaño y color: rojas, amarillas, azules...
El Parque Cervantes, ubicado en el exclusivo barrio de Pedralbes, ocupa alrededor de 9 hectáreas de superficie. De éstas, 4 están ocupadas por la rosaleda propiamente dicha. En ella crecen alrededor de 10.000 rosales. El resto del espacio es ideal para practicar footing, ciclismo, gimnasia, yoga al aire libre, etc.
Palacio Real de Pedralbes
Cercano al Parque Cervantes, y con entrada por la Avenida Diagonal, se encuentra el Palacio Real de Pedralbes, un ideal rincón para olvidarse de todo en Barcelona.
Situado en el Distrito de Les Corts, este edificio fue, originalmente una finca rural en la que había una masía (Can Feliu). Comprada la finca y otra adyacente por el conde Eusebi Güell, fue éste quien encargó al arquitecto Joan Martorell la construcción de un palacete de aire caribeño. Éste acompañado de una capilla neogótica, fue rodeado de unos espléndidos y bellos jardines. Tiempo después, Güell encargó la reforma de la casa a su arquitecto de cabecera: Antoni Gaudí.
El genio catalán se encargó de dicha reforma y construyó un muro de cerca, así como los pabellones de portería. También se encargó parcialmente de diseñar los jardines que rodean al palacete. En ellos se plantaron diversos tipos de plantas mediterráneas (eucaliptos, pinos, cipreses, magnolias, palmeras...), dos fuentes y una pérgola. Entre 1919 y 1931, el Palacio de Pedralbes era la residencia de la Familia Real Española cuando ésta visitaba la ciudad. A día de hoy, el Palacio alberga únicamente la secretaría de la Unión para el Mediterráneo. Eso sí: pasear por sus jardines sigue siendo una buena manera de relajarse en Barcelona.
Fuente Mágica de Montjuïc
Montjuïc entero es un magnífico espacio para evadirse en BCN. Lleno de lugares para visitar (el Museo Nacional de Arte de Catalunya, el Castillo, la Fundació Joan Miró, el Pueblo Español, el Caixaforum, el Museo de Arqueología de Catalunya, el Jardín Botánico, el Estadio Lluís Companys, el Palau Sant Jordi, el Teatre Grec... ) y de jardines y rincones para disfrutar del aire libre, hay un lugar, sin embargo, que adquiere, por su innegable atractivo turístico, una relevancia especial: la Fuente Mágica.
La Fuente Mágica de Montjuïc ofrece a quien puede contemplarla en funcionamiento un maravilloso y mágico espectáculo de luz, música y agua. Diseñada por el ingeniero Carles Boïgas e inaugurada con motivo de la Exposición Universal de 1929, la fuente tiene nada más y nada menos que 7.000 millones de combinaciones viables de agua y luz.
Para ofrecer ese maravilloso espectáculo, ideal para dejar volar la imaginación y olvidarse del estrés en Barcelona, la fuente pone en movimiento 2.600 litros de agua que bailan y que son iluminados al ritmo de todo tipo de canciones. Quienes deseen disfrutar de esta maravilla deberán consultar los horarios en los que se ofrecen los espectáculos, pues varían mucho a lo largo del año.
Sin duda, cualquiera de estos rincones pueden servir para relajarse en Barcelona. Desconectar del estrés cotidiano en cualquiera de ellos es sencillo, pero hay muchos más. Podríamos citar, por ejemplo, los Búnkes del Carmelo (situados en la cima del Turó de la Rovira y que son los restos de baterías antiaéreas utilizadas durante la Guerra Civil), o el recinto modernista del Hospital de Sant Pau (obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner), o la carretera de les Aigües (un camino de fácil acceso que, emplazado en la sierra de Collserola, se convierte en un magnífico mirador sobre la ciudad y en un excelente lugar para pasear o practicar deporte).
Podríamos citar todos esos rincones y algunos más, pero vamos a dejarte esos ocho lugares para relajarse en Barcelona para que escojas uno de ellos y te liberes del estrés y de la agitación de la vida de urbanita.