Delicadeza y simpatía. Ternura y cariño. Dulzura y una forma de ser cercana y afectuosa. Y, por supuesto, una sensualidad a flor de piel que se nota en cada mirada y en cada sonrisa. Eso es lo que se encuentra quien se acerca a mí. Me llamo Alice y soy una joven estudiante rumana que siempre deja huella y que sabe cómo convertir cualquier instante compartido en algo inolvidable.