Dulce y, al mismo tiempo, traviesa. Cariñosa y, a la vez, juguetona. Siempre vital, alegre y sonriente. Así soy yo. Me llamo Amelia y soy una jovencita puertorriqueña que ha encontrado en esta fantástica ciudad el paraíso. Aunque tengo amigos que dicen que el paraíso está allá donde yo estoy. También dicen que a mi lado cualquier experiencia compartida adquiere una intensidad especial y se transforma en imborrable recuerdo. Para comprobarlo sólo hace falta conocerme. Y eso es fácil, porque yo siempre estoy dispuesta a hacer nuevos amigos. Eso es algo que me apasiona y que se me da muy bien. Como bien se me da ayudar a que los sueños se hagan realidad.