Saber estar, mucha elegancia y una sensualidad puramente española. Eso es lo que se encuentra, de buenas a primeras, quien se acerca a conocerme. Después, basta tratarme unos minutos para ver cómo afloran el resto de mis virtudes: mi simpatía, mi forma de ser cariñosa y cercana, mi dulzura... Estar conmigo es algo así como adentrarse en un paraíso de gratas sensaciones. Me llamo Deborah y soy la compañera perfecta para convertir una experiencia compartida en un recuerdo inolvidable.