Risas y diversión, relax y sensaciones gratificantes, empatía y buen rollo... Todo eso encuentra quien se acerca a mí. Me llamo Erika y soy una linda muchacha latina de piel canela y espíritu pasional y aventurero. Todo lo que se vive junto a mí se recuerda siempre como un ejemplo de lo placentera y bella que puede ser la vida cuando prestamos atención a lo que verdaderamente importa. Tan dulce como picante, junto a mí sólo hay un sentimiento que jamás se experimenta: el del aburrimiento.