Alta, estilizada, elegante, guapa, con cuerpo de modelo... Así soy yo. Me llamo Erika, soy española y me considero una acompañante de auténtico lujo. Y es que a mis innegables encantos físicos, redondeados con mi luminosa sonrisa y mi brillante mirada, sumo una forma de ser educada y llena de clase, además de un trato cariñoso y cercano. Compartir conmigo una cena, un cóctel, una copa a media tarde o cualquier otro tipo de experiencia implica sí o sí adentrarse en el lado más gratificante y agradable de la vida. Quien lo hace no me olvida y convierte mi nombre en sinónimo de paraíso.