Dicen que hay ángeles que esconden dentro de sí un pequeño demonio travieso y juguetón. Yo soy de ese tipo de ángeles. Me llamo Eva y mi nombre habla de lo que soy: tentadora, aventurera, inteligente, única. Sensual y cariñosa, soy la feminidad hecha dulzura. Quien me conoce se vuelve adicto a mí. Y es que cualquier experiencia que se comparta conmigo se convierte en un derroche de risas y placer.