¿Qué sería la vida sin un poco de juego y travesura? Algo mucho más aburrido, sin duda. Por eso a mí me gusta ser traviesa, juguetona y, sobre todo, muy aventurera. Me llamo Maddie y soy una joven venezolana que adora conocer gente y hacer amigos. Cercana y cariñosa, me adapto a todos los ambientes y en todos ellos dejo la huella de una forma de ser que enamora y crea adicción. Y es que mi dulzura es como una caricia y mi sonrisa, un rayo de luz que convierte en luminoso el día más gris. Compartir mi compañía es algo así como adentrarse en un paraíso del que nunca se desea salir. Quien lo descubre siempre busca la manera de volver junto a mí.