La elegancia y la naturalidad salpimentadas con un poco de picardía convierten a las mujeres que las poseen en mujeres muy especiales. Yo soy de ese tipo de chicas. Me llamo Renata, soy colombiana, y como buena mujer latina soy pasional y amante de los grandes (y pequeños) placeres de la vida. Porque... ¿qué hay mejor, por ejemplo, que disfrutar de una buena cena o de una copa de vino con un buen amigo? Yo soy la acompañante ideal para gozar de una experiencia como esa y de muchas más. Y es que a mis evidentes encantes naturales sumo la dulzura y la cercanía de mi carácter, una forma de ser que quien me conoce siente siempre como una caricia que le conectara con el lado más luminoso, gozoso y gratificante de la vida.