Simpatía, dulzura, un carácter afable y cariñoso y la sensualidad y la belleza propias de las chicas brasileñas. Eso encuentra en mí quien me conoce y trata. Me llamo Rute y siempre tengo muchas ganas de pasarlo en grande. Me considero una mujer pasional y divertida. Dejo huella por allá por donde voy y es muy sencillo enamorarse de mí. ¿Olvidarme? Eso es algo imposible. Y es que mi nombre siempre va asociado a las más gratas sensaciones que puede experimentar una persona.