Diversión, risas, aventura... Quien busque todo eso encontrará en mí la cómplice ideal. Me llamo Sol y, como mi propio nombre indica, soy la luz que alegra y da vida al día. En mí se encuentra el calor que sólo puede manar de la amistad y de las relaciones sanas. Cariñosa y atenta, mi dulzura embriaga tanto como crea adicción.